
Cosa triste, inerte, opaca, casi sin vida. Ortega y Gasset, refiriéndose a la Universidad. (Pág. 159).
Morirse es un rendimiento positivo de la vida, pues proporciona la gran oportunidad de convertirse a una existencia auténtica y dejar atrás, tal vez, un decurso mimético y mentiroso. René Girard. (Pág. 160)
La fuerza viene de abajo. Lema materialista. (Pág. 161)
Con las bayonetas se puede hacer todo menos sentarse encima de ellas. Talleyrand. (Pág. 161)
Esforcémonos, por tanto, en pensar bien. Pascual (Pág. 161)
Se trata de que cada Universidad entienda a fondo cuál es su especificidad, el valor añadido que puede aportar a la sociedad en la que vive. Pierpaolo Donati. (Pág. 162).
Esos principios inspiradores orientan a las diferentes empresas de indagación y de transmisión del saber. MacIntyre. (Pág. 162)
La receta de las tres íes para la enseñanza: inglés, informática e impresa. Silvio Belusconi. (Pág. 164)
El dinero se va a convertir en el sustituto técnico de Dios. Edmund Bruke. (Pág. 166).
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